Antonia Romero
nos sorprende, en su novela Los Diletantes, con una historia juvenil de
vampiros contada de manera impecable. Ha sido precisamente su estilo y su gran
capacidad narrativa lo que me ha llevado a escoger esta obra entre las más de
diez que había preseleccionado en mi Kindle. He de decir para ser ésta mi
primera incursión en el género me he quedado con muy buen sabor de boca. Me ha
gustado mucho también la portada y la extrema corrección del formato digital, aspecto
importante y al que muchas veces no se le presta la debida atención.
Después del
inquietante prólogo, la autora va desmadejando de forma magistral la historia de
Ada, la chica adolescente protagonista, que después de haber sufrido un
accidente y de haber permanecido en coma durante algún tiempo, se ve forzada a
vivir con su hermana Ariela en un pueblo a las afueras de Barcelona. Hasta
llegadas las tres cuartas partes de la novela el interés nunca decae; detalles
intrigantes que se revelan a un ritmo preciso se mezclan con un mundo de
sentimientos que te envuelven en una atmósfera sugerente y rodeada de música,
porque efectivamente la música en esta novela es muy importante, tanto que
incluso te emociona y la oyes sonar en tu cabeza mientras Ada toca el piano o se
refugia en el interior de los omnipresentes cascos de su ipod.
Los dos puntitos que le faltan hasta el diez dentro de su género, es simplemente por que el último cuarto de la novela se me
ha hecho un pelín largo, cuando se ocupa de explicar lass relaciones entre las cuatro razas de vampiros, sobre todo después del gran acierto que la
autora ha tenido al crearlas y al elegir sus nombres. No así los pasajes de acción que se intercalan con
ellas, que me siguen pareciendo soberbios. Con certeza leeré más obras suyas.
Además, recomiendo
la lectura de esta novela en especial a los jóvenes que se estén iniciando en
el difícil arte de la escritura. Pocas veces encontrarán un estilo tan ordenado
y correcto, exento de divagaciones y florituras pero a la vez tan rico en
matices y con una gran capacidad de mantener el ritmo de la acción. Enhorabuena
Antonia.
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